Golpes de calor y enfermos crónicos: una combinación que puede ser letal

2 Feb, 2023

*Golpes de calor y enfermos crónicos: una combinación que puede ser letal*

*Durante todo el verano, las temperaturas extremas representan una amenaza
latente para este grupo de personas. Evitar una exposición prolongada al
sol e hidratarse son fundamentales para no enfrentar un golpe de calor que
puede llegar a ser fatal.*

Que estamos enfrentando un aumento en las temperaturas, más aún en el
periodo de verano, no es un misterio para nadie. El problema es que según
un informe de The Lancet Countdown sobre salud y cambio climático, este
fenómeno no sólo estaba afectando a nuestro ecosistema, sino que también a
nuestra salud, con mayor fuerza en los últimos 20 años debido al aumento de
las olas de calor.

El calor extremo puede generar que la temperatura corporal sobrepase los
40°C, produciendo convulsiones, vómitos, dolores de cabeza y delirios,
entre otros. Estos son los llamados golpes de calor, una afección grave
que, si bien son muy peligrosos para todos, lo son aún más para personas
mayores, niños y aquellas que padecen enfermedades crónicas que afectan la
termorregulación o interfieren con el acceso a la hidratación o los
intentos de enfriamiento, tales como las enfermedades cardiovasculares,
diabetes, trastornos neurológicos o psiquiátricas, obesidad ydiscapacidad
física, entre otras.

Es importante considerar que la percepción de la temperatura de una persona
está determinada por factores ambientales e individuales, como la capacidad
respiratoria, el nivel de actividad física e -incluso- el material de la
ropa que lleva puesta. “Las personas con condiciones crónicas tienden a ser
más vulnerables ya que sus condiciones basales pueden alterar la percepción
del calor o deshidratarse de forma más rápida debido a los tratamientos
farmacológicos que mantienen”, indica Magdalena Galarce, médica de
servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada.

Por ejemplo, la Clínica Mayo hace referencia a medicamentos como los
diuréticos que favorecerían la deshidratación y la pérdida de electrolitos,
mientras que otros interfieren con los mecanismos de pérdida de calor en el
cuerpo, reduciendo la sudoración o disipación de calor, como algunos
antidepresivos o los antihistamínicos (medicamentos antialérgicos). También
están los que producen aumento del metabolismo, como aquellos recetados
para problemas a la toroides y los salicilatos, como el ácido
acetilsalicílico o aspirina.

Por esto, es fundamental reconocer los síntomas para actuar de forma
oportuna y salvaguardar el bienestar de estos pacientes. Entre los más
frecuentes se encuentra la sudoración excesiva, debilidad o cansancio,
calambres en manos y pies, náuseas, mareos o vómitos, respiración rápida,
dificultad para hablar, irritabilidad, agitación, alucinaciones,
convulsiones y desmayo o pérdida de conciencia. “En estos casos, también
pueden existir consecuencias graves si no se actúa de forma rápida, como
daños a órganos vitales que se inflaman, causando un daño permanente o la
muerte”, comenta Galarce. Sin embargo, en los adultos mayores, la
presentación de los síntomas puede ser sutil e inespecífica en un
principio.

Lo importante es que los golpes de calor se pueden prevenir y evitar.
Galarce recalca que “es importante ser conscientes del riesgo y evitar la
exposición prolongada al sol. De igual forma, es fundamental mantenerse
hidratado, con agua o bebidas deportivas, sin alcohol o cafeína, y no
esperando tomar agua porque se siente sed, además de usar ropa ligera y
holgada y permanecer en lugares frescos”.

Asimismo, por ningún motivo podemos permanecer o dejar esperando a alguien
dentro de un automóvil (incluyendo a mascotas que también mueren a causa de
estos golpes), ya que la temperatura al interior de éstos puede aumentar
más de 10°C cada 10 minutos. Además, “debemos evitar realizar actividades
o ejercicio en las horas más calurosas, tratando de realizarlas temprano en
la mañana o en las noches. Ahora, si de igual forma deben realizar estas
actividades cuando hace calor, es importante que tomen descansos más
seguidos, en lugares frescos, y se hidraten de forma constante”, señala la
facultativa.

Considerando que el Ministerio de Salud calculó que casi 10 millones de
personas sufren de alguna patología crónica, cerca de la mitad de los
chilenos viven con dos o más de ellas, existiendo tres millones de
hipertensos, casi 5 millones de obesos y un millón 700 mil con diabetes,
evitar los golpes de calor en este grupo es primordial.